domingo, 14 de noviembre de 2010

Muere Henryk Górecki

ABC. ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE
Día 12/11/2010 - 18.27h
Henryk Górecki había nacido el 6 de diciembre de 1933 en Czernica, al suroeste de Katowice. Se graduó en composición en la Escuela de Música de esta ciudad, de la que fue director. Los años de estudio coinciden con el moderno resurgir de la música polaca. Gorécki participa de él con una de las obras más experimentales del momento «Scontri» (1960). Un año después gana el primer premio de la Bienal de Jóvenes de París por su «Sinfonía núm. 1. 1959» y, en 1970 recibe el premio de la Unión de Compositores Polacos compartido con Penderecki.
Hasta entonces, había utilizado múltiples técnicas, si bien se hace ya evidente que lo expresivo prevalece sobre lo especulativo. Lo explicaba en 1962: «Para mi el arte es una manifestación de la vida». Inmediatamente, asoman las «Tres piezas en estilo antiguo» (1963) y, con ellas, un estilo meditativo del que surgen piezas con claro protagonismo vocal. A este período pertenece la «Segunda sinfonía. Copernicana» (1972), «Beatus vir» (1979) y, especialmente, la famosísima «Tercera sinfonía. De la lamentaciones» (1976).
Ingenua y reaccionaria
Considerada, tras el estreno, ingenua y reaccionaria, la tercera sinfonía proclamó su éxito en 1992, con la grabación de la soprano Dawn Upshaw, junto a la London Sinfonietta dirigida por David Zinman: «Me desconcierta, por qué esta melancólica sinfonía ha enviado a la gente a las tiendas de discos» (Michael Kennedy, Sunday Telegraph), es «una carga de lóbregos disparates» (Auberon Waugh, Evening Standard), «sin música que llevar al oído» (David Mellor, The Guardian). Pero Górecki copa las listas de ventas mientras se distribuyen cerca de 14.000 copias diarias. Es el triunfo del neomisticismo que alimentó a una buena porción del arte del fin de siglo.
Marcado por este hecho, Górecki se concentrará en la composición de pequeñas piezas, canciones y obras religiosas. Siempre en cercanía a la música popular polaca, las tradiciones religiosas, y la admiración a Chopin y Beethoven. Sin duda, Górecki quería vivir al margen del fenómeno, disfrutar de la vida tranquila, del aire puro de la región de Podhale y de las montañas de Tatra. Siempre incapaz de reconocerse llegó a decir: «Gran éxito, sí; agradezco a Dios que me lo diera, pues es como si otro hubiera escrito la obra.»
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La muerte de Gorécki me ha traído a la mente una de mis innumerables experiencias musicales. Cómo no, su celebrada, criticada, alabada y Tercera sinfonía, ejemplo del minimalismo más obvio, extremo, pero que no deja a nadie indiferente. Por esa música he sentido las mayores paradojas: admiración, desprecio, emoción, frialdad, indiferencia, concentración...
Su dramatismo y libertad son los baluartes del autor. La Polonia ocupada por los nazis sale a la luz en esta música.
Descanse en paz maestro, y si hay un más allá, espero verle para debatir sobre música en una lengua universal.

13 comentarios:

  1. Manuel:

    muchas gracias por el envío (necesario el comentario final, sobre las ausencias, y acertada la descripción de las virtudes de la cantante) y MUCHA SUERTE para hoy.

    Juan

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  2. No conocía a este compositor, me ha cautivado su música. Descanse en Paz.

    Muchas gracias por tu comentario, Manuel, me ha hecho mucha ilusión que te pasaras por mi blog!! La historia es mitad real, mitad literaria. Es una forma de sacar de dentro el dolor de la ruptura y, al mismo tiempo, escribir, que es lo que más me gusta.

    Mucha suerte para hoy! (aunque los grandes no necesitan suerte).

    Un abrazo,

    Berta

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  3. Manuel:

    el próximo día 25 hay un concierto de un coro de cámara inglés excelente en el auditorio, gratis por cortesía de la UCLM. POr si gustas.
    Espero qeu todo fuera bien,
    Juan

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  4. Dices: "Descanse en paz maestro, y si hay un más allá, espero verle para debatir sobre música en una lengua universal."

    Respondo: A veces, yo también quisiera que hubiese un más allá, y en mi agnosticismo estético, digo: ¡Quién sabe!

    Un abrazo.

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  5. Enrique, te pareces mucho a mí. Ese planteamiento lo tengo todos los días, aunque me da a mí que sólo nos veremos en forma de humus.
    Un abrazo, espero que te recuperes pronto.

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  6. Pues a mi este tal Goreki me parece bastante inferior a los magníficos "Grandes Rebajas" y su musica mucho peor para "el tema" que el famoso Bolero de Ravel (o Rabel).

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  7. Es más, creo que Paquito Chocolatero está muy por encima de la obra, sin duda menor, de este compositor del que hablas.

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  8. Voy a discrepar de los dos comentarios precedentes, pese a evidenciarse que se trata de observaciones inteligentes y sagaces, propias de una inteligencia superior. Considero que Goreki supone una cumbre en la Historia musical, muy superior a Grandes Rebajas. Creo que, sin embargo, siempre le faltó un buen letrista. Alguien que pudiese poner palabra a su cración, con poemas cual el siguiente: Hay un campeonato de bailar el roncanrol/ Voy a partipar y ganar lo digo yo/ pero no te creas que eso va a ser tan fácil/ Hay muchos hombres que también son muy ágiles/ Pero yo te digo que los voy a superaaaaaaaaaar/ Mi baile te digo que va ser más eficaaaaaaaaaaaaz.

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  9. Señor MOderador:
    Le ruego que proceda a eliminar los comentarios precedentes, sin duda propios de una mente inferior e impropios de figurar en este foro.
    Puede, sin embargo, mantener los tres últimos.

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  10. Querido hermano, tu boicot hace más fuerte este blog, y a pesar de tu insistencia, no pondré la canción que te llevó por primera vez a los escenarios:
    "Yo pongo los discos, tú el tocadiscos
    pero quiero, quiero, quiero bailar.
    Que si no bailamos, locos nos quedamos
    pero quiero, quiero, quiero bailar.."

    Poesía perfecta, lirismo refinado y un ánimo por la danza que ni Nacho Duato.

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  11. Nota del propietario del blog:
    Las conversaciones entre mi hermano Jose y yo no deben ser tomadas en serio ni se recomienda realizar esfuerzo alguno en intentar comprenderlas.

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  12. ¿Esta es la venganza por una fotografía?. Nos quitaremos de la trayectoria, por si nos llegan los cascotes...........Que siga el buen humor, saludos a ambos.
    Magdalena

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  13. Hay un fragmento de "Sorrowful Songs" me ha estado siguiendo no sé desde hace cuánto tiempo...

    He estado leyendo un ensayo sobre arte de Ananda Kentis Coomaraswamy, y de vez en cuando sus argumentos me llevan a creer que un ateo irracionalista como yo bien podría pasar del arte redentor a la redención por medio del arte, e incluso, a la Redención. No puedo desechar tan a la ligera la escolástica. El arte religioso cristiano, sobre todo el anterior al Renacimiento, habla de un mundo que no me es tan ajeno. El arte paleo cristiano es símbolo, y quien lo sigue, trasciende los signos actuales de ateísmo.

    Manuel: en mi blog puse algo que espero puedas leer, pues me interesan tus argumentos estéticos sobre lo que he puesto en torno al barroco español.

    Saludos y un gran abrazo

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