domingo, 28 de abril de 2024

MI ABANDONO DE LA CRÍTICA MUSICAL. TRAYECTORIA.


Queridos amigos:
Quiero reproducir mis palabras en el periódico VOCES DE CUENCA el pasado 1 de abril de 2024. En ellas dejo claro el abandono definitivo de mi faceta crítica. 

Despedida definitiva.

Y quiero terminar mi crítica con una despedida. Esto que están ustedes leyendo es la última que leerán. Tras tres décadas he decidido cortar con esta parte de mi vida como músico. No es por nada especial; simplemente, estoy agotado y ya estaba bajando bastante el número de crónicas anuales. Los adjetivos se terminan agotando y mi capacidad pedagógica ya no da para más.

Quiero dar las gracias a mi maestro José Miguel Moreno Sabio, que me cedió su tarea para la revista RITMO, con la que he trabajado tanto tiempo. También a este periódico, Voces de Cuenca; igualmente a la Cadena SER, El Día de Cuenca, la Tribuna, ABC o Cuenca Cultura.

La crítica me ha educado casi tanto como el conservatorio. Me ha permitido escuchar y juzgar a los más grandes, conocer auditorios increíbles, hablar con enormes directores e intérpretes. Siempre he sentido al músico como un colega, porque lo es, y esa empatía la intento transmitir en cada escrito o en cada programa de radio en los que he participado. Quizá por ello nunca he sido un crítico duro y he preferido el silencio o la sutileza que la adjetivación negativa.

Nos vemos en las próximas SMR, en la Catedral, el Auditorio o en cualquier sitio donde haya buena música. Un saludo.



Mis orígenes:


De izquierda a derecha: José Antonio Loriente, Manuel Millán y Jesús Sánchez.
Estación de autobuses de Salamanca, año 1990

Pongo esta imagen de un chaval de 18 años que ya tiene claro que quiere ser músico. Tuvo que iniciar un proceso de re-educación tras unos años de viaje en el vacío y en la mendicidad musical. El maestro no lo es todo, pero puede recuperar un talento deprimido y ausente. Eso hizo Jesús Sánchez y por él soy músico. Luego, he tenido tantos otros extraordinarios que no quiero nombrarlos por si me olvido de alguno. Todos me hicieron lo que soy y a todos les agradezco infinitamente tener una vocación intensa y germinada.

¿Por qué he sido crítico musical?

Muy sencillo, por decir sí a una propuesta de mi profesor José Miguel Moreno Sabio. Quería dejar de hacer crítica para la revista RITMO y pensó en mí. Como siempre, unas palabras aduladoras me derrumbaron y acepté: "pensé en ti porque eres una persona con cultura y conocimiento". Era un veinteañero y no lo dudé; era una gran oportunidad.

De RITMO pasé a la Cadena SER, EL DÍA DE CUENCA, LA TRIBUNA DE CUENCA, CUENCA CULTURA e incluso en el ABC en su edición de CLM.

Ser crítico me ha permitido conocer a los más grandes, charlar con ellos, enriquecerme un poco más. Muchos de ellos me han mostrado su afecto, su agradecimiento o incluso su punto de mira diferente. He sido muy feliz, pero evidentemente, todo tiene su fin y los adjetivos ya no tienen efecto, son recursos demasiado reiterados. 

Existe otro elemento que me ha ayudado a tomar la decisión: La adaptación. No lo he conseguido del todo con las nuevas visiones de las cosas. Estoy anclado en una manera de pensar que se contradice con el cambio frenético de la sociedad. Creo que deben ser los más jóvenes los que continúen la tarea. Quizá no sea un periódico o una radio la mejor fórmula. Tal vez sea Tik Tok en vídeos virales y rápidos, con movimientos constantes y música de fondo. Quizá sea ese el futuro.

Muchas gracias a todos por seguirme estos años. Me despido con la constatación del paso el tiempo.



Luchemos por la ortografía