lunes, 21 de abril de 2014

53 SEMANAS DE MÚSICA RELIGIOSA DE CUENCA (III)

Viernes Santo. La última osadía.
No se lo tomen a mal. Así son las SMR, en ellas pueden caber acontecimientos difícilmente aplicables a otra ciudad o a otro festival de música. Una reconstrucción de todos los oficios religiosos del Viernes Santo, realizados en canto llano y polifonía española del siglo XVI –principalmente Tomás Luis de Victoria— y teniendo como escenario la Catedral de Santa María de Cuenca y su capilla del Espíritu Santo es un espectáculo único, ambicioso y muy osado.
Hablé con algún colega crítico que estaba entusiasmado con la propuesta. Me dijo que estas cosas sólo podían suceder aquí y por eso volvía cada año. No se sintió defraudado.
Muy poco puedo añadir. Genial Juan Carlos Asensio y su Schola Antiqua, tanto por la idea original, la concepción general, la forma de dirigir y su voz en particular. Los Tallis Scholars, con dirección de Peter Philipps, cantan el renacimiento español con auténtica devoción. Los adjetivos se quedan cortos y son reiterativos.

SCHOLA ANTIQUA @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Sábado Santo de Medioevo y barroco.
La iglesia románica de Arcas fue la sede del concierto de la mañana. Los protagonistas fueron los componentes del grupo Ala Aurea en un recital titulado Planctus, los lamentos de la Virgen María en el Códice Medieval alemán. Las fuentes sobre las que se construyeron las piezas de este concierto están tomadas de códices entre los siglos XII y XV. Son piezas monódicas (una sola melodía), a las que se les ha añadido acompañamiento instrumental siguiendo pautas no escritas pero admitidas.
Tanto la concepción general interpretativa como la ejecución en sí resultaron muy convincentes en una música difícil de trasmitir. La voz solista de Maria Jonas padeció cierta inseguridad, pero su causa pudo tener seguramente un origen médico.

ALA AUREA @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Por la tarde en el Teatro Auditorio, venía uno de los platos fuertes de las SMR: Les Siecles, bajo la dirección de Bruno Procopio y la soprano navarra María Bayo, interpretaron los grandes motetes religiosos de Jean Philippe Rameau. El francés ha pasado a la historia como uno de los grandes del barroco tardío, pero principalmente por su obra escénica y teórica. Los motetes son páginas de juventud que dejan bien claro que es una mano maestra quien los escribe. Tienen momentos de cálida belleza, muy francesa, ornamentada y elegante, pero también están alejados de la estructura de recitativo, aria da capo y coro de las obras de la misma época alemanas o italianas. Esa estructura difusa le ha impedido, quizá, una mayor proyección en el público.
Bruno Procopio domina el barroco francés como la palma de su mano. Toda elegancia y refinamiento de la partitura fueron mostrados con auténtico entusiasmo. María Bayo, que cambió radicalmente de registro tras cantar Poulenc en Madrid, ofreció una línea de canto muy acorde al estilo, acompañada por ese timbre tan bello que la caracteriza. El resto de los cantantes solistas se movieron con soltura en un conjunto más que notable.

MARÍA BAYO, LES SIECLES @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Domingo de Resurrección. Música viva y la Missa Papa Marcello de Palestrina.
El último día de las semanas comenzó en la iglesia de la Merced con un concierto monográfico sobre el compositor hispano-argentino Fabián Panisello, que además estuvo presente en la sala como director del Plural Ensemble.
La música de Panisello no da tregua. Bebe de la tradición de la segunda escuela de Viena, con formidables Sprechgesang (recitados hablados) pero profundizando las posibilidades de la voz humana, tanto en dinámicas como en todo tipo de efectos: parlato, susurros, canto tradicional, etc. En todo momento surge un ambiente expresionista, sin descanso, casi angustioso. No hay hueco a la relajación en un lenguaje personal en lo ecléctico y comprometido con el camino iniciado.
La tarea del conjunto fue sobresaliente, con un barítono— Leigh Melrose – de voz sonora, llena de colores y matices, y la soprano Laia Falcón, de registro amplio y poderoso en todos sus extremos.  Hicieron, junto al impactante conjunto instrumental, que lo difícil pareciese sencillo y natural. Un auténtico privilegio.

FABIÁN PANISELLO @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Las Semanas de Música Religiosa de Cuenca se cerraron con una última gota de polifonía del siglo XVI. Los responsables esta vez fueron el director italiano Paolo de Col y el coro Odhecaton, que ofrecieron un monográfico de Giovanni Pierluigi da Palestrina (salvo por el último motete de Felice Anerio y el “bis” de nuestro contemporáneo Arvo Pärt), cuyo eje central fue la paradigmática Missa Papae Marcelli, junto con algunos de los más bellos motetes del autor transalpino. En las excelentes notas al programa de Marco Della Sciucca constatamos que la famosa misa de Palestrina no es tan determinante como se ha apuntado para el devenir de la liturgia católica tras el Concilio de Trento, pero de lo que no cabe la menor duda es de que estamos ante una obra colosal, un ejercicio de estilo impecable y una cima de la polifonía renacentista.
Odhecatlon apuesta por un conjunto de voces masculinas y como resultado, obtiene un excelente equilibrio sonoro y una forma de matizar distinta, sin tantos extremos. El renacimiento católico fluyó por la catedral con una belleza incontrolable, perfección estilística y auténtica religiosidad, sólo roto por el soniquete insoportable de la grúa de una de las cámaras de CLM TV, que hizo indignarse a más de un aficionado. 
En resumidas cuentas, fue un colofón perfecto al más importante festival de música sacra del mundo y que es, ha sido y será de Cuenca.

ODHECATON @SMR Cuenca/Santiago Torralba




viernes, 18 de abril de 2014

53 SEMANAS DE MÚSICA RELIGIOSA (II)

Martes Santo de barroco español y un nuevo estreno.
La tarde del Martes Santo se abrió con uno de los conciertos más esperados de la presente edición. La soprano zaragozana Marta Almajano –quizá la mejor cantante especializada en los siglos XVI, XVII y XVIII en España— nos ofreció un inmenso recital titulado El agua del llanto. Tonos a lo divino del barroco español. La voz de Almajano no sólo es poderosa y plástica, sino que transmite una musicalidad cálida y siempre sorprendente. En ella los afectos de la música y la letra fluyen con naturalidad y elegancia.
Sin embargo, en este concierto, quiero destacar el impresionante elenco instrumental  que acompañaba: Ventura Rico a la viola da gamba, Juan Carlos Rivera a la guitarra barroca y Eligio Luis Quinteiro (que ya nos sorprendió en el concierto del domingo en su faceta de director) a la guitarra renacentista-barroca y a la tiorba. Tanto en la riqueza rítmica, el timbre, la afinación como el conocimiento del estilo estuvieron simplemente sensacionales. Todo fue riqueza, vivacidad y color. En sus apariciones sin cantante llegaron a una cumbre total, como esas preciosas Marionas de Guerau –soberbio Rivera—  la Passacaglia de Kapsberger o en Sussana Passeggiata de Selma y Valverde.

MARTA ALMAJANO @SMR Cuenca/Santiago Torralba

A las 20:30 horas en la iglesia de la Merced tuvimos un viaje a la vanguardia norteamericana y el segundo estreno del Festival. La actual biblioteca del seminario es un recinto muy sugerente para la creación contemporánea, por la peculiar estructura espacial que se ha conseguido.  Entre sus muros pudimos disfrutar del segundo encargo de las SMR, la obra del austriaco Klaus Lang, La vaca traslúcida. La página, de título peregrino –muy acorde con la estúpida biografía plasmada por el compositor en las notas al programa— se presentó con imágenes de pinturas de Fernando Zóbel en un exquisito trabajo de Poldo Pomés. El lenguaje de Lang busca la evolución del oyente ante el sonido como materia prima. Los elementos utilizados son mínimos, sólo los pequeños viajes entre intensidades y la dicotomía consonancia-disonancia generan variación. Sin embargo, la fórmula cuajó triunfó ante un público entregado. El concierto se cerró con la magistral Rothko Chapel del norteamericano Morton Feldman, partitura que es inspiradora de la de Lang, pero mucho más compleja en los medios.
La interpretación del Taller Atlántico Contemporáneo y del coro Codetta, dirigidos por Diego García combinó el compromiso y la pasión por el trabajo bien hecho con una sensibilidad y una profesionalidad sobresalientes. La paleta de matices de ambas combinaciones era inagotable, especialmente en los detalles, como esos increíbles pianissimos y los imperceptibles pero reales cambios de dinámica. La labor de todos fue excepcional en una nueva noche de música contemporánea.

TAC y CODETTA@SMR Cuenca/Santiago Torralba
Klaus Lang. @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Miércoles Santo. Violonchelo contemporáneo y una Pasión muy plana.
El primer concierto del día tuvo como escenario la Fundación Antonio Saura y como protagonista al violonchelista Iagoba Fanlo. El repertorio estuvo totalmente dedicado al repertorio de los siglos XX y XXI, con autores de diferentes orígenes y estéticas. La difícil tarea de combinar obras maestras –como la juvenil Sonata de György Ligeti— con otras piezas que variaban entre excelentes y menores, fue resuelta gracias al talento del intérprete.

IAGOBA FANLO @SMR Cuenca/Santiago Torralba

A las 20:30 en el Teatro Auditorio tuvimos una nueva versión de La Pasión según San Juan de Johann Sebastian Bach. Los encargados de llevarla adelante fueron la Orquesta del siglo XVIII y la Capella Amsterdam bajo la dirección de Daniel Reuss.
Lo primero que tengo que remarcar es la tristeza por la imposibilidad de ver en directo al director principal de la formación, Frans Brüggen. La enfermedad y la edad son implacables, aunque espero que el maestro tenga aún tiempo para darnos algo más de su arte a los que amamos la música.
Tras ello, quiero dar una pincelada de esta Pasión. La orquesta sonó bien, empastada y afinada. El coro, fabuloso, impacta por la calidez de su sonido y sus posibilidades expresivas. Comenzó dubitativo pero fue mejorando con el paso del tiempo. Hasta ahí todo fue correcto, pero es que en lo que falló el director fue en lo esencial: la concepción dramática. Las pasiones bachianas son obras escénicas sin escena. Nos narran la historia más bella jamás contada y por consiguiente, no pueden tener nunca una lectura de números separados. Daniel Reuss no afrontó la partitura como un todo, ni a niveles de agógica ni en expresividad, dando la impresión de escuchar una lectura de la obra, correcta pero sin alma.
Debo destacar entre los solistas a Anders Dahlin en el papel de evangelista. Su voz era teatral y llevó adelante el drama con belleza y mucho conocimiento del papel.

ORQUESTA S. XVIII. CAPELLA AMSTERDAM @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Jueves Santo decimonónico.
La iglesia de la Santa Cruz se ha convertido en una preciosa sala de conciertos tras su restauración. A diferencia de la iglesia de San Andrés, cuya acústica es imposible, la Santa Cruz tiene una reverberación amplia, pero justa para instrumentos a solo o pequeñas agrupaciones de cámara.
En este privilegiado escenario disfrutamos de un concierto para un pianoforte Érard de mediados del siglo XIX. La belleza del instrumento y lo cálido de su sonido, menos potente que los actuales pero con un exacto equilibrio sonoro y un timbre inolvidable, convierte en un deleite su escucha y nos da nuevos matices que no se pueden percibir en un Steinway.
La encargada de su interpretación fue la venezolana Natalia Valentín, que ofreció un recital del siglo XIX, teniendo como eje al compositor francés Charles Valentin Alkan. La música de Alkan es refinada y de buena manufactura, pero de escasa ambición armónica y sólo relativa profundidad. Mucho más interesante me pareció la obra El peregrino, del romántico español Martín Sánchez-Allú, con un intenso motivo inicial que es la base de toda la pieza. El concierto se completó con la exquisita Fantasía en Re menor K397 de Mozart, el Rondó Capriciosso de Félix Mendelssohn y la Fantasía Improntu de Chopin.
Natalia Valentín interpretó con nitidez y fraseo detallado. Creo que el propio instrumento incentiva a ir más allá y a destacar más elementos dentro de la frase musical. La caraqueña dejaba muy claras las distintas secciones de las partituras, enseñando una nitidez muy labrada y casi pedagógica. Un concierto hermoso.

 NATALIA VALENTÍN @SMR Cuenca/Santiago Torralba

La tarde del jueves se cerró con la orquesta clásica Camerata Ireland y el coro Codetta en un monográfico sobre Beethoven. El concierto nº 4 para piano y orquesta y el oratorio Jesús en el monte de los olivos.
El cuarto concierto de Beethoven es una obra maestra de madurez, que contrasta con el dramático tercero y el ambicioso quinto. El director de la Camerata Ireland, Barry Douglas,  ejerció también de solista. Cumplió con mucha solvencia en la difícil tarea doble, mostrándonos un Beethoven heroico, brioso y detallista. Quizá debió cuidar un poco más el equilibrio entre el piano y la reducida orquesta (con sólo 18 cuerdas y vientos a dos) pero la concepción general fue excelente.
La segunda parte se dedicó a una obra poco conocida de Beethoven: Christus am Ölberge, opus 85. A pesar de su número de catálogo es una partitura juvenil, heredera de Haydn y con momentos hermosos, como el pasaje fugado final o algunos números corales. Esconde talento y cierta precipitación. No encontramos el impulso dramático que despunta en Fidelio pero sí muchas de sus intenciones.

El coro Codetta abordó esta obra con la misma maestría que el martes. Es apabullante su riqueza y precisión, capaz de sacar adelante cualquier propuesta con una profesionalidad que dan auténtica envidia. La orquesta y los solistas mantuvieron el elevado nivel.

CAMERATA IRELAND, CODETTA @SMR Cuenca/Santiago Torralba

miércoles, 16 de abril de 2014

53 SEMANA DE MÚSICA RELIGIOSA (I)

Voy a escribir resúmenes críticas de las SMR, distribuidos en tres bloques. Este primero es el dedicado al Sábado de Gloria, Domingo de Ramos y Lunes Santo.
Sábado de Gloria. Valeria y gregoriano “en femenino”.
La inauguración de la 53 edición de las SMR tuvo un escenario privilegiado, la bellísima iglesia de Valeria, donde el origen románico, los arcos ojivales, la portada renacentista  y las columnas romanas como sustento dan un toque ecléctico e inolvidable. Dentro de sus muros, fue más fácil que todos sintiéramos el Medioevo en estado puro.
La agrupación suiza ADIASTEMA, bajo la dirección de Giovanni Conti, se presentó con seis voces femeninas, arpa y órgano positivo. La intercalación de antífonas, himnos y responsorios con páginas instrumentales dio color y movimiento y enlazó muy bien la monodia gregoriana con los primeros movimientos polifónicos, ya que el órgano positivo añadió a la parte vocal notas pedales, creando así  “organum” al estilo de Notre Dame. Además, pudimos disfrutar varios momentos con cadencias finales a dos voces.
La visión global del director y agrupación fue estricta en el estilo y sublime en el concepto. Una inauguración llena de encanto y espiritualidad.

ADIASTEMA @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Domingo de Ramos. Un descubrimiento.
Reconozco mis limitaciones en el descubrimiento de agrupaciones jóvenes. No soy, utilizando términos futbolísticos, un “ojeador”. Eso sí, me entusiasmo cuando otros realizan tal tarea con un éxito tan grande como el conseguido en la Catedral de Santa María de Cuenca el pasado Domingo de Ramos. Nunca más olvidaré la Capilla Cayrasco ni a su director, el guitarrista y tiorbista Eligio Luis Quinteiro.
En un concierto titulado In devotione. Carlos Patiño y Juan Hidalgo en la Real Capilla del Alcázar de Madrid disfrutamos de la mejor música española del siglo XVII, precedida por la página más conocida de Alonso Lobo (1555-1617), el motete Versa est in luctum. La razón de incluirlo es que éste fue profesor del compositor conquense Carlos Patiño (1600-1675) en la catedral de Sevilla.
El concierto estuvo lleno de aciertos. El primero fue el repertorio. Poco puedo añadir sobre el motete de Lobo, pero sí sobre la excelente Missa a 5 de Juan Hidalgo (1614-1685). El compositor madrileño fue el primer creador musical para la escena de nuestro país y sobre textos de Pedro Calderón de la Barca compuso la primera ópera española: Celos aún en el aire matan. La Missa a 5 tiene un toque claramente barroco, jugando con los contrastes policolares y la alternancia de solistas y coro. El continuo del órgano y el arpa (este último, característico del barroco hispano) y el dominio de la homofonía, muy teatral, crean un conjunto excelente. Como contraste, nuestro paisano de Santa Mª de Campo Rus, Carlos Patiño, también está imbuido de la retórica barroca, pero su música es más densa y contrapuntística. En todo caso, ambos son demostración de que el barroco español está muy por encima de lo que la ignorancia consideró durante décadas.
La Capilla Caryasco, situada en el altar mayor de la catedral, abrumó con su dominio de estilo y unas voces trabajadas, entusiastas y de gran belleza. Escénicamente se movieron para buscar el mejor efecto contrastante, acertando siempre y creando un espectáculo cautivador desde la mano maestra de su director, el canario Eligio Luis Quintero. Todos tenemos que seguir la evolución de esta agrupación, que promete nuevos colores en el barroco hispano e internacional.

CAPILLA CAYRASCO @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Lunes Santo. Barroco y vanguardia.
El primero de los dos conciertos del Lunes Santo tuvo como escenario el coro de la Catedral de Santa María de Cuenca, de factura barroca como la música que escuchamos desde las 17:00 horas. Lo primero que me vino a la mente fue observar las diferencias entre ese periodo en Italia y en España. La vanguardia y búsqueda de nuevos caminos en la música religiosa, principalmente en Venecia, para apartarse de la práctica antigua polifónica y adentrarse en la melodía acompañada con bajo continuo, marcaron un siglo XVII italiano, que fue el espejo del resto de los músicos occidentales.
En este ambiente, y aprovechando el año Greco, el Ensemble Il Pegaso, bajo la dirección desde el órgano del evangelio de la catedral de Maurizio Croci, nos ofreció un exquisito concierto titulado «El Greco en Venezia» Cum tribus vocibus, que fue la exaltación y triunfo de la “seconda prattica” en la creación de música religiosa. Las obras de Willaert, Gabrielli y Monteverdi, entre otros, fueron recreadas con fidelidad al texto, intentando extraer la retórica del mismo. El terceto vocal masculino se mostró teatral y empastado y el color del continuo de la tiorba y el órgano siempre sonó sugerente. En resumidas cuentas, otra exquisitez.

ENSEMBLE IL PEGASO @SMR Cuenca/Santiago Torralba

El Lunes Santo se cerró en la sala de cámara del Teatro Auditorio con un concierto íntegro de música contemporánea –incluido el primer encargo de la 53 edición—  protagonizado por una de las agrupaciones españolas más especializadas en este repertorio: Sax Ensemble, que además cuenta como componente a la excelente saxofonista conquense Miriam Castellanos.  Todas las obras eran de autores vivos y cuatro de ellos estuvieron presentes en la sala, un privilegio para la ciudad de Cuenca.
La obra de encargo fue llevada a cabo por el madrileño Mario Carro (Madrid 1979). Titulada Visiones del más allá, está basada en la pintura homónima conservada en el Palacio Ducal de Venezia. La obra tiene todo lo que se exige a una creación artística: lenguaje propio y entendible, arquitectura arriesgada y ambición. Carro viajó por las posibilidades tímbricas de los saxos, el piano y la percusión, desde el susurro hasta la furia. Jugó con todas las posibilidades tímbricas, desde las caricias sonoras del segundo movimiento «La subida al Empíreo» a la retórica minimalista y rítmica de «La caída de los condenados». En resumidas cuentas, una partitura brillante que merece nuevas escuchas.
El concierto se completó con Argos de Alejandro Román. Pieza llena de ambientes sonoros y efectos muy bien logrados, Venera de Juan Manuel Ruiz, que es una curva expresiva que nace y retorna al ruido tras un bien labrado trabajo de tensión acumulada y dos obras basadas en la tradición española, pero desarrolladas de forma desigual por Jesús Torres y Gabriel Erkoreka.

SAX ENSEMBLE @SMR Cuenca/Santiago Torralba



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