martes, 17 de agosto de 2021

La mano, una ópera electrónica de Hachè Costa

¿Es la música de creación difícil de entender? ¿Es sugerente, directa o excesivamente alejada de la sensibilidad contemporánea? Si es buena, nunca. Quien le diga eso miente y usted es demasiado importante como para perder el tiempo.

¿Significa eso que la música que es comunicativa, directa y comprensible está ligada a patrones tradicionales desde un principio? Pues no necesariamente. Y la razón es muy sencilla: la tradición no existe, es un invento pedagógico para intentar dar orden a determinados conocimientos relativamente cercanos en el tiempo. Un ciudadano medio del siglo XXI considera una cláusula polifónica del siglo XIII como música poco común, diferente y no especialmente cercana. Tradición no es todo el pasado sino unos pocos recursos de los siglos XVIII y XIX a los que se dio forma estricta para ser enseñados de manera generalizada. Por tanto, la tradición no es necesaria para crear obras comprensibles. Es más, puede ser incluso una barrera más



Algunos se preguntarán por qué hago esta introducción para hablar de una pieza teatral para actriz y electrónica recientemente estrenada. La razón es porque la obra de Hachè Costa es cercana en todos los aspectos: su temática es la más actual posible: los problemas mentales de cualquier persona que vive con todos los grandes problemas contemporáneos. La lucha entre uno mismo y sus “valores”, la desesperación de la pelea continua, los grandes traumas del pasado.



De Hachè Costa sólo puedo decir que es un músico extremadamente interesante y multidisciplinar, un gran conversador y que considera la música de creación de manera radical. Su formación filosófica y filológica le hace fijar mucha atención en todas las posibilidades de la voz, no tanto como canto sino como un emisor de todo tipo de fonemas y sonoridades, ya sean naturales o por transformación electrónica. El foco de su música es el ser humano, que debe ser nuevo y mejor, para lo cual debe afrontar todos los lastres del pasado.

Pero volvamos a LA MANO ¿Es una ópera? ¿Es teatro musical? ¿Es teatro con música? Pues es una ópera en tres actos para actriz y electrónica, así de claro. La razón es evidente: porque lo ha decidido el compositor. Requiere de una actriz no cantante que ejecuta en directo el papel protagonista y con distorsión electrónica el resto de papeles. Mi pequeña recensión está realizada, por desgracia, a partir de la grabación discográfica ya que no asistí a su estreno en el Centro Cultural Sanchinarro de Madrid. Todos los papeles nacen de ELLA, la protagonista y son sus traumas sin resolver, en forma de niña, padre, madre, sociedad o juez. El libreto muestra un mundo interior fantasmagórico, opresivo, angustioso y también irresoluto. No puede dejar indiferente a nadie y es muy difícil no sentirse atrapado por unas sinergias tan descarnadas.

La mano es la crónica de un desgarro, está creada desde las entrañas, con un lenguaje que por momentos es cercano al cine de terror (las voces distorsionadas, el omnipresente obstinato del reloj, el paroxismo de la protagonista), un texto pequeño, próximo y de estética actual, incluidas las expresiones malsonantes, que hace que esa cercanía de la que hablaba desde el principio sea marcada y real. La mano no tiene melodías cantábiles, pero su lenguaje es muy reconocible, los sonidos afinados están en permanente conexión con los efectos y la voz y la sensación de disonancia es percibida con total naturalidad. Por cierto, la obra, dentro de su marcado expresionismo, es musicalmente bella y encuentra colores armónicos variados, motivos repetidos de forma casi minimalista de manera incidental mientras el drama avanza.

¿Es este el futuro de la música de creación? ¿Es necesario disponer de masas instrumentales y vocales amplias, con los graves problemas económicos que estamos viviendo de manera ininterrumpida desde hace más de trece años? La respuesta es que sí. Es una de las salidas posibles, porque los recursos austeros son compensados por la tecnología y sólo hace falta el talento, como ha demostrado Hachè Costa, para conseguir resultados infinitos.

No quiero terminar esta crónica sin felicitar el trabajo (sólo he podido escucharla) de la actriz Emi Caínzos. Su papel es colosal y lo aborda desde un compromiso y un buen hacer que genera en el oyente la emoción más sincera.

Por favor, consigan el CD, pongan sus auriculares (es audio 3D) y déjense llevar. No se arrepentirán.

LIBRETO COMPLETO

domingo, 3 de enero de 2021

Excelente libro sobre las SEMANAS DE MÚSICA RELIGIOSA DE CUENCA

SEMANA DE MÚSICA RELIGIOSA DE CUENCA.

PROTAGONISTAS, OBRAS Y GESTIÓN

Autor: Marco Antonio de la Ossa Martínez

Editorial: LIBARGO MUSICOLOGÍA.

Colaboradores: Fundación SGAE y ESTIVAL CUENCA, Departamento de Expresión Musical, Plástica y Corporal de la UCLM

Diseño de portada: Partitura vegetal I de José María Lillo.

Fotografía y edición digital: Santiago Torralba.




El último libro de marco Antonio de la Ossa está centrado en el cuarto festival más antiguo de España y que ha marcado la vida de muchos músicos de toda España: las Semanas de Música Religiosa de Cuenca. Nos encontramos ante un libro imprescindible y que será necesario para entender un periodo especialmente fértil del Festival: los años transcurridos entre 2001 y 2019 y las direcciones de Antonio Moral, Pilar Tomás y Cristóbal Soler.

El libro sigue un método científico, partiendo de una breve aproximación personal, los orígenes del festival, la religiosidad y cómo ésta ha marcado al festival. Las ediciones entre 1962 y 2000 las comenta con bastantes datos, pero en forma de prólogo. De alguna manera, el análisis de los años estudiados se encauza desde lo más lejano: ¿Qué es un festival? ¿Qué es la religiosidad? ¿Cómo ha de ser un festival de música religiosa? Para ir posteriormente desgranando todos los detalles de las diferentes ediciones.

¿Existe opinión personal del autor? Sí, y mucha. Eso sí, toda ella está basada en la bibliografía anterior, los datos incuestionables y los resultados obtenidos.

Por último, creo que todo director de las SMR debe leer este libro. Así sabrá cuáles han sido los compositores programados (la supremacía bachiana es aplastante), las obras, los intérpretes, los compositores, los que han escrito las notas al programa, los que han presentado mesas redondas y un largo etcétera.

Por último, y no menos importante, es muy interesante la lupa que coloca el autor en dos aspectos: la participación de las mujeres y la atención a la discapacidad.

En definitiva, este libro de Marco Antonio de la Ossa es un nuevo eslabón, absolutamente imprescindible, para entender las SEMANAS DE MÚSICA RELIGIOSA, pero también para saber lo que supone la gestión cultural en general y musical en particular.




Luchemos por la ortografía