sábado, 15 de enero de 2011

LO POPULAR Y LO CLÁSICO. PUNTOS DE ENCUENTRO

A Enrique Arias Valencia. Amigo cibernético, filósofo y poeta de la belleza del día a día.

Que la música popular y y la "clásica" ("escrita", "basada en enseñanzas de la tradición" o como queramos decirlo) han estado siempre unidas e imbricadas no se le escapa a ningún melómano. Desde los grandes maestros instrumentales de los siglos XV y XVI vemos ejemplos donde el compositor "eleva" ritmos de uso cotidiano en la población. Pavanas, gallardas, courantes, gigas y un largo etcétera que se escribían para todo tipo de formaciones, desde instrumentos a sólo hasta agrupaciones orquestales. La fuerza formal de la ilustración no consiguió que muchos autores mostraran su gusto por los aires populares y cuando el romanticismo explosionó en el viejo continente, llevó consigo toda la fuerza de lo terrenal. Chopin bebía de su patria estilizando mazurkas y polonesas y Brahms afirmaba sin complejos que su inspiración bebía en gran parte de las canciones que le cantaba su madre.El movimiento nacionalista sólo fue una extensión de esa mentalidad. Lo hermoso de ese espíritu es que consiguió que muchos países dieran autores sin complejos que desatascaron gran parte del estatismo musical occidental.
El ejemplo de hoy es maravilloso, porque traspasa el límite. El compositor mexicano Arturo Márquez, nacido en 1950, utiliza en su Danzón nº2 la música de salón sin complejos, bailable directa y de origen posiblemente cubano (aquí pueden corregirme los oriundos de la zona).
No existen apenas filtros clásicos, desarrollos cerebrales o una complejidad armónica excesiva. Es música popular y punto, pero con una orquestación soberbia que exprime todo el jugo de la imparable fuerza de esta partitura. El nuevo fenómeno mediático-musical Gustavo Dudamel y la desenfrenada Orquesta Simón Bolívar de Venezuela lo bordan.
Espero, querido Enrique, que esta música sea de tu gusto. Es un ejemplo más del enorme talento de tu tierra.

lunes, 3 de enero de 2011

MÚSICA PARA LA NAVIDAD (III). LA EPIFANÍA

Quien escribe en este blog manifiesta un sincero desprecio por ese gordo barbudo, vestido de Coca-cola y que farfulla un tonto uh,uh.. y que dicen por ahí que entra en las casa a través de la chimenena (algo bastante absurdo en el mundo actual, donde las chimeneas son sólo un elemento decorativo). Los héroes de mi infancia fueron los magos de oriente de los que habla el evangelio de san Mateo. Según la Wikipedia:
La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de "Reyes") quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia de Tomás) del siglo II, sin embargo, dan su número y les asignan nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de Europa, Asia, y de África respectivamente.

Mi niñez está marcada por recuerdos imborrables de la noche del 5 de enero. Nos reuníamos los hermanos y primos muy nerviosos. Los mayores disimulaban credulidad mientras los pequeños nos acostábamos apiñados en camas. Jugábamos a guerras de escobas, contábamos historias y soñábamos con lo que haríamos si los monarcas orientales eran benévolos con nuestras solicitudes. Mis padres volvían tarde, pues las tiendas no cerraban antes de las 23.00 horas. Los pobres tenían que esperar a que nos durmiéramos, colocar los juguetes y esperar a la mañana siguiente. El grito de mi padre ¡¡¡Han venido los Reyes!!! era el despertador más eficaz que nunca he tenido. Es difícil repetir la felicidad de las horas posteriores y es un privilegio haberla sentido.Hoy veo toda la liturgia reinterpretada por mis hijas... y soy muy feliz.

Volvamos a Francisco Guerrero y a otra villanesca espiritual. El texto es directo, sin estridencias, perfecto, diáfano y sin metáforas rebuscadas:


Los reyes siguen la estrella,
la estrella sigue al Señor
y el Señor de ellos y de ella,
sigue y busca al pecador.

Teniendo de Dios noticia,
buscan con divino celo,
la estrella al sol de justicia,
los Reyes al Rey del cielo.

Guiados son de una estrella,
la estrella de su Señor
y el Señor de ellos y de ella,
sigue y busca al pecador.

Tras buscar en Youtube alguna versión digna, no la he encontrado, así que he subido una buena grabación realizada por el COLLEGIUM VOCALE DE MADRID dirigido por Miguel Ángel Jaraba. Usa coro mixto y no cae en los ritmos cansinos y monótonos habituales en estas formaciones.
Que los reyes magos pueblen tu casa de juguetes y felicidad.



Luchemos por la ortografía