viernes, 18 de mayo de 2012

Fallece el barítono Dietrich Fisher Dieskau

28 de mayo de 1925-18 de mayo de 2012.

Era joven y me iluminaste
con el destello de tus lieder,
la emoción al escuchar Tannhäuser.
Wagner para siempre
Mozart eterno.
Músico
Música.







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martes, 8 de mayo de 2012

4º Movimiento «Adagio» de la 9ª sinfonía de Mahler

Hace seis años escribí las notas al programa de la última sinfonía completa de Gustav Mahler (1860-1911). Fue durante la XLV edición de las SEMANAS DE MÚSICA RELIGIOSA, con la ORQUESTA SINFÓNICA DE BERLÍN y la dirección de Aliahu Inbal. Maravilloso resultado musical para una partitura asombrosa.

Añadiré los dos últimos párrafos de aquellas notas, tituladas «La agonía del corazón».
La versión subida es una fabulosa de Leonard Berstein al frente de la Filarmónica de Viena.
Las dedico a mi padre... ya un mes sin ti:


Sobre el cuarto movimiento, un Adagio, se pueden decir muchas cosas. Lo más importante es que Mahler consigue una belleza extrema, identificándose totalmente con el romanticismo y abandonando cualquier atisbo de modernidad para abrazar la pasión directa. La obra culmina en una tonalidad muy distinta al del resto de la composición: Re bemol mayor. Con cinco bemoles y su tempo lento consigue un clima gris, melancólico y resignado. La orquestación abandona el color de los tres movimientos anteriores para pasar casi todo su protagonismo a las cuerdas, que deben tocar con auténtico arrebato y emoción. En casi todos los momentos la sonoridad es densa y robusta, salvo cuando intervienen las cuerdas solistas. Es aquí donde cuando Mahler deja muy claro su admiración por los que le precedieron. El espíritu de Bruckner en lo arrebatador de sus ideas, la técnica de la variación amplificativa de Brahms, la armonía siempre modulante de Wagner. Su última sinfonía completa se despide con el mismo espíritu con el que se inicia, serenamente, con tristeza, un tema con doce variaciones diluidas perfectamente en el conjunto formal de tal manera que es difícil percibir cuándo comienza una y termina otra.
El estreno de la Sinfonía nº9 tuvo lugar el 26 de junio de 1912, en Viena, bajo la batuta de Bruno Walter. Mahler ya había muerto. La agonía del corazón finalizó, pero cierta estela de sufrimiento siguió tras él. Su mujer, Alma, una vez casada con su amante el arquitecto Walter Gropius, tuvo una hija: Manon. Alban Berg, que quedó prendado de la novena sinfonía de su admirado Mahler, siguió siendo amigo de su viuda. Manon muere a los dieciocho años, víctima de una poliomelitis. Berg, desolado, dedica a Manon la más lírica composición concertante de todo el siglo XX, el Concierto para violín y orquesta "a la memoria de un ángel", pero un empeoramiento de su septicemia le produce la muerte en diciembre de 1935. Berg no pudo asistir al estreno de su concierto en Barcelona en 1936...., pero eso es otra historia.


















Luchemos por la ortografía