sábado, 18 de septiembre de 2010

LAS SOMBRAS

A lo largo de la vida todos tenemos momentos donde la realidad, aunque no sea triste, es más fuerte que la persona. Un día a día agotador y algunas expectativas no cumplidas hacen que las sombras se apoderen de uno.
Esta mañana me he dado cuenta de que no quiero trabajar donde trabajo, que la composición es una quimera en la que hay prestigio pero ningún aliciente económico. La jornada es fatigadora y queda poco espacio para la creatividad.
Me he dado cuenta que casi no escucho música y que no tengo necesidad de escribirla.
A pesar de todo, la Siciliana de Fauré vuela en la penumbra.

Luchemos por la ortografía