
La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de "Reyes") quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia de Tomás) del siglo II, sin embargo, dan su número y les asignan nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de Europa, Asia, y de África respectivamente.
Mi niñez está marcada por recuerdos imborrables de la noche del 5 de enero. Nos reuníamos los hermanos y primos muy nerviosos. Los mayores disimulaban credulidad mientras los pequeños nos acostábamos apiñados en camas. Jugábamos a guerras de escobas, contábamos historias y soñábamos con lo que haríamos si los monarcas orientales eran benévolos con nuestras solicitudes. Mis padres volvían tarde, pues las tiendas no cerraban antes de las 23.00 horas. Los pobres tenían que esperar a que nos durmiéramos, colocar los juguetes y esperar a la mañana siguiente. El grito de mi padre ¡¡¡Han venido los Reyes!!! era el despertador más eficaz que nunca he tenido. Es difícil repetir la felicidad de las horas posteriores y es un privilegio haberla sentido.Hoy veo toda la liturgia reinterpretada por mis hijas... y soy muy feliz.
Volvamos a Francisco Guerrero y a otra villanesca espiritual. El texto es directo, sin estridencias, perfecto, diáfano y sin metáforas rebuscadas:
Los reyes siguen la estrella,
la estrella sigue al Señor
y el Señor de ellos y de ella,
sigue y busca al pecador.
Teniendo de Dios noticia,
buscan con divino celo,
la estrella al sol de justicia,
los Reyes al Rey del cielo.
Guiados son de una estrella,
la estrella de su Señor
y el Señor de ellos y de ella,
sigue y busca al pecador.
Tras buscar en Youtube alguna versión digna, no la he encontrado, así que he subido una buena grabación realizada por el COLLEGIUM VOCALE DE MADRID dirigido por Miguel Ángel Jaraba. Usa coro mixto y no cae en los ritmos cansinos y monótonos habituales en estas formaciones.
Que los reyes magos pueblen tu casa de juguetes y felicidad.