sábado, 7 de diciembre de 2024

Artabán: el cierre del círculo.


El año 2025 se presenta con un estreno muy importante que marcará un cénit en mi carrera como compositor. No puedo dar más datos y en unos pocos meses sabrán de qué se trata.

Pero no vengo a hablar de ese estreno, sino del inicio de un nuevo y definitivo proyecto creativo que no tiene fecha de entrega y que para mí supone el cierre del círculo vital como ser humano: la ópera ARTABÁN.

¿Por qué ARTABÁN es el cierre de un círculo? Porque quiero devolverle a su autor lo que me dio de niño y quiero hacerlo desde la más absoluta madurez, sabiendo que la vida es corta, ya la he consumido en su mayor parte y no puedo perder el tiempo.

Todo empezó de niño. No sé a qué edad exacta, pero vino a mis manos un libro que andaba por mi casa, escrito por Carmen Pérez Vera. Su lectura me marcó. Me pareció que su protagonista encarna todos esos valores que nos acompañan en nuestra infancia en época navideña: el amor desinteresado por los demás, la generosidad sin límite y el sacrificio y humanidad sin restricciones; valores que poco a poco van menguando en nuestros corazones con el paso de los años por las simples circunstancias de la vida, la complejidad de las relaciones sociales, las escaseces económicas y los intereses cruzados que complican los sentimientos primarios.

Con ARTABÁN se inició la vida lectora de un niño tímido, muy torpe, de pocos y buenos amigos, vergonzoso, obsesivo y afectado posiblemente con lo que hoy llamaríamos TDA (trastorno de déficit de atención), que tuvo como consecuencia más de un guantazo en clase y unas notas bastante mediocres. Pero ARTABÁN hizo que mi sensibilidad a flor de piel encontrara un camino para mostrarse. Quizá, quién sabe, fue uno de los causantes de que yo sea compositor.



The Other Wise Man (El otro Rey Mago)

El origen de este personaje no proviene de la imaginación de Carmen Pérez Vera, sino de un pastor presbiteriano norteamericano: Henry van Dyke (1852-1933). Según reza la Wikipedia:

El zigurat de Borsippa, con sus altos muros y siete pisos, era el punto de encuentro de los cuatro reyes e inicio de la travesía conjunta. Hacia allí acudía Artabán, con un diamante protector de la isla de Méroe, un pedazo de jaspe de Chipre, y un fulgurante rubí de las Sirtes como triple ofrenda al Niño Dios, cuando topó en su camino un viejo moribundo y desahuciado por bandidos: interrumpió el rey su viaje, curó sus heridas y le ofreció el diamante al viejo como capital para proseguir el camino

Continuó en soledad en pos de su destino, pero arribado a Judea, no encontró ni a los Reyes ni al Redentor, sino hordas de soldados de Herodes degollando a recién nacidos: a uno de ellos, que con una mano sostenía a un niño y en la otra blandía afilada espada, ofrece el rubí destinado al Hijo de Dios a cambio de la vida del niño. En esta actitud es sorprendido: es apresado y encerrado bajo llave en el palacio de Jerusalén.

Treinta años duró el cautiverio, y fueron llegando ecos de los prodigios, consejos y promesas de un Mesías que no era sino el Rey de Reyes al que fue a adorar. Con la absolución y errando por las calles de Jerusalén, se anunció la crucifixión de Jesucristo; encamina sus pasos al Gólgota para ofrecer la adoración largamente postergada, cuando repara en un mercado en el que una hija es subastada para liquidar las deudas su padre. Artabán se apiada de ella, compra su libertad con el pedazo de jaspe, la última ofrenda que le quedaba es ofrecida y Jesucristo muere en la Cruz: tiembla la tierra, se abren los sepulcros, los muertos resucitan, se rasga el velo del templo y caen los muros. Una piedra golpea a Artabán y entre la inconsciencia y la ensoñación, se presenta una figura que le dice: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste”. Desorientado y exhausto pregunta: “¿Cuándo hice yo esas cosas?”, y con la misma expiración recibe la respuesta: “Lo que hiciste por tus hermanos, lo hiciste por mí”. Con él se elevó a los mismos cielos que en su juventud le guiaron en pos del Destino finalmente alcanzado.

Para mí, en este cuento navideño son mucho más importantes los valores que la religiosidad. Es más, todos los que me conocen saben que amo mi cultura católica, pero soy un escéptico convencido. Sin embargo, la lectura del cuento, tanto en su versión original como en su adaptación infantil, me sigue generando lágrimas inocentes y una emoción poco explicable a mis años.

Esta vez no tengo un libretista, como sucedió en mi primera ópera: LA CAJA DE LUZ (Gracias eternas, Gustavo, por ese libreto genial). Aquí solamente tengo que adaptar el texto original con breves diálogos y algunos versos que tomaré, como tantas veces, de los maravillosos siglos XV, XVI y XVII en España.

Con el paso de los años siento que casi todo es prescindible. Me quedo con el cariño infinito que siento de mi familia (tanto de la que he creado como de la que provengo), un paseo con mi mujer, una cena entre amigos, el calor de una tertulia hablando del Atleti, la emoción intensa de un concierto, o mis dedos jugando entre las cuerdas de mi guitarra decimonónica. Por eso, tengo que ir a lo esencial y dar gracias a Henry van Dyke, a Carmen Pérez Vera y a todos los maestros que me enseñaron música, desde el solfeo más primario hasta las enseñanzas más complejas. A todos ellos, a todos vosotros: ARTABÁN ha comenzado el vuelo. Ojalá la vida nos permita disfrutarla.

Os quiero.


lunes, 20 de mayo de 2024

LA CAJA DE LUZ

Queridos amigos:
En esta entrada podéis ver la representación completa de LA CAJA DE LUZ. Junto con ello, una tertulia sobre la misma entre Carlos Lozano (director de QCM, director de escena y barítono en el papel de Nepomuceno), Kira Argunova (iluminación), Carla Ortega (soprano en el papel de Yael), Alicia Sánchez (soprano en el papel de Gloria), Gustavo Villalba (libretista) y un servidor. 
Además, podéis acceder al magnífico libreto y poder degustar hasta el más mínimo detalle.
No tengo ya muchas palabras que decir. Muchas gracias a todos los que lo han hecho posible y a todos los que han disfrutado, disfrutan o disfrutarán de esta obra.












domingo, 28 de abril de 2024

MI ABANDONO DE LA CRÍTICA MUSICAL. TRAYECTORIA.


Queridos amigos:
Quiero reproducir mis palabras en el periódico VOCES DE CUENCA el pasado 1 de abril de 2024. En ellas dejo claro el abandono definitivo de mi faceta crítica. 

Despedida definitiva.

Y quiero terminar mi crítica con una despedida. Esto que están ustedes leyendo es la última que leerán. Tras tres décadas he decidido cortar con esta parte de mi vida como músico. No es por nada especial; simplemente, estoy agotado y ya estaba bajando bastante el número de crónicas anuales. Los adjetivos se terminan agotando y mi capacidad pedagógica ya no da para más.

Quiero dar las gracias a mi maestro José Miguel Moreno Sabio, que me cedió su tarea para la revista RITMO, con la que he trabajado tanto tiempo. También a este periódico, Voces de Cuenca; igualmente a la Cadena SER, El Día de Cuenca, la Tribuna, ABC o Cuenca Cultura.

La crítica me ha educado casi tanto como el conservatorio. Me ha permitido escuchar y juzgar a los más grandes, conocer auditorios increíbles, hablar con enormes directores e intérpretes. Siempre he sentido al músico como un colega, porque lo es, y esa empatía la intento transmitir en cada escrito o en cada programa de radio en los que he participado. Quizá por ello nunca he sido un crítico duro y he preferido el silencio o la sutileza que la adjetivación negativa.

Nos vemos en las próximas SMR, en la Catedral, el Auditorio o en cualquier sitio donde haya buena música. Un saludo.



Mis orígenes:


De izquierda a derecha: José Antonio Loriente, Manuel Millán y Jesús Sánchez.
Estación de autobuses de Salamanca, año 1990

Pongo esta imagen de un chaval de 18 años que ya tiene claro que quiere ser músico. Tuvo que iniciar un proceso de re-educación tras unos años de viaje en el vacío y en la mendicidad musical. El maestro no lo es todo, pero puede recuperar un talento deprimido y ausente. Eso hizo Jesús Sánchez y por él soy músico. Luego, he tenido tantos otros extraordinarios que no quiero nombrarlos por si me olvido de alguno. Todos me hicieron lo que soy y a todos les agradezco infinitamente tener una vocación intensa y germinada.

¿Por qué he sido crítico musical?

Muy sencillo, por decir sí a una propuesta de mi profesor José Miguel Moreno Sabio. Quería dejar de hacer crítica para la revista RITMO y pensó en mí. Como siempre, unas palabras aduladoras me derrumbaron y acepté: "pensé en ti porque eres una persona con cultura y conocimiento". Era un veinteañero y no lo dudé; era una gran oportunidad.

De RITMO pasé a la Cadena SER, EL DÍA DE CUENCA, LA TRIBUNA DE CUENCA, CUENCA CULTURA e incluso en el ABC en su edición de CLM.

Ser crítico me ha permitido conocer a los más grandes, charlar con ellos, enriquecerme un poco más. Muchos de ellos me han mostrado su afecto, su agradecimiento o incluso su punto de mira diferente. He sido muy feliz, pero evidentemente, todo tiene su fin y los adjetivos ya no tienen efecto, son recursos demasiado reiterados. 

Existe otro elemento que me ha ayudado a tomar la decisión: La adaptación. No lo he conseguido del todo con las nuevas visiones de las cosas. Estoy anclado en una manera de pensar que se contradice con el cambio frenético de la sociedad. Creo que deben ser los más jóvenes los que continúen la tarea. Quizá no sea un periódico o una radio la mejor fórmula. Tal vez sea Tik Tok en vídeos virales y rápidos, con movimientos constantes y música de fondo. Quizá sea ese el futuro.

Muchas gracias a todos por seguirme estos años. Me despido con la constatación del paso el tiempo.


Fotografía: GUSTAVO VILLALBA

lunes, 10 de abril de 2023

Mis críticas de la 60 SEMANA DE MÚSICA RELIGIOSA

Tras los dos años de pandemia y un problema "profesional" que me impidió cubrir los tres años anteriores, he regresado con mucha fuerza como crítico de la 60 edición de las Semanas de Música Religiosa. Todo ello, en el periódico digital conquense vocesdecuenca.com.

En esta página quiero insertar todos los enlaces. 


Cartel de la edición de 2023
Santiago Torralba

Sábado  1 de abril.

Domingo de Ramos.

Lunes Santo.

Martes Santo.

Miércoles Santo.

Jueves Santo.

Viernes Santo.

Sábado Santo y Domingo de Resurrección.

martes, 20 de diciembre de 2022

LA CAJA DE LUZ EN PRENSA

 

Tras el exitoso estreno de la ópera de cámara LA CAJA DE LUZ, con música de Manuel Millán y libreto de Gustavo Villalba, el pasado 10 de diciembre en la Fundación Antonio Pérez, quiero hacer un resumen de las apariciones en prensa, ya sea como noticia, entrevista o crítica.

El inicio del trabajo, fue anunciado por el periódico VOCES DE CUENCA el 12 de noviembre y por la WEB dedicada a la música contemporánea (y dirigida por Ruth Prieto) EL COMPOSITOR HABLA.



Fotografía: José Antonio Montero. La Circular


Entrevistas:

ONDA CERO. Realizada por Álvaro Velayos. Intervenimos Carlos Lozano, Gustavo Villalba y un servidor.

La revista LOS OJOS DEL JÚCAR publicó esta entrevista a Gustavo Villaba y a mí, realizada por Clara Burgos Valenciano.

Notas de prensa:

Los distintos medios se hicieron eco del estreno y del rápido agotamiento de las invitaciones.

VOCES DE CUENCA.

EL DÍA DIGITAL.

ENCIENDE CUENCA.

EL DEPORTE CONQUENSE.

LAS NOTICIAS DE CUENCA.

LIBERAL DE CASTILLA.


A su vez, existió una importante repercusión tras el éxito del mismo.

ENCIENDE CUENCA.

LIBERAL DE CASTILLA.

VOCES DE CUENCA.

EL DEPORTE CONQUENSE.


Críticas:

José Antonio Montero publicó una crítica en cuatro medios:

LAS NOTICIAS DE CUENCA.

LA CIRCULAR.

MASESCENA.

En la revista italiana OTTICA CONTEMPORANEA.


A su vez, Marco Antonio e la Ossa realizó crítica en dos medios:

LA TRIBUNA DE CUENCA.

ONDA CERO, programa Musiquerías.

Posiblemente, me falten entradas en otros medios. También tengo que agradecer las críticas vertidas en redes, prácticamente todas muy positivas. Me quedo con el cariño, el entusiasmo y la emoción del público. Me quedo con el trabajo de todos los que lo han hecho posible: Cuenca Ciudad de Música y todos los cantantes, músicos, iluminadores, figurinistas, directores, etc. Pero de eso hablaré más tarde, en otra entrada.

Un saludo a todos.










Fotografías: José Antonio Montero. LA CIRCULAR.





viernes, 18 de noviembre de 2022

ENTREVISTA DE SANDRA MUELAS MARTÍNEZ

No miento si digo que esta es la entrevista más bonita que me han hecho jamás. Una antigua alumna, que destacaba por su brillantez y sensibilidad, solicitó realizarme una entrevista como trabajo de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la UCLM. El motivo principal, el estreno de LA CAJA DE LUZ el próximo 10 de diciembre.
Aquí está el resultado


 Manuel Millán: “Siempre quito la mística de la creación, hay una habilidad, un deseo y una buena formación”

Estrena en diciembre una ópera en Cuenca, La Caja de Luz, escrita sobre un libreto de Gustavo Villalba, dentro del proyecto Cuenca Ciudad de Música.

Manuel Millán de las Heras es compositor de numerosas obras, como óperas y marchas de Semana Santa, guitarrista y también profesor de música desde hace 27 años. Sus composiciones han sonado en festivales de toda España y fuera de ella.

Galardonado con el primer premio del IV concurso internacional de composición por la obra Cuarteto de cuerda nº1. Además, ha sido nombrado castellanomanchego del año 2013. Es una persona con mucho carisma, apasionada de su trabajo y de la música con la que ha crecido toda su vida.

 

¿Cuándo supo que quería dedicarse a la música?

Yo empecé como cualquier niño estudiando música, primero en la banda municipal y luego cuando se abrió el conservatorio. Pero digamos que mis primeros años fueron un poco sin especial motivación. Mi madre me apuntó a música porque un maestro de primaria le dijo que tenía muchas facultades musicales, pero a principios de la adolescencia vino otro profesor, Jesús Sánchez, que despertó todo lo que tenía dentro y a partir de ahí, con 15 años, nunca dudé, quería ser músico.

Vivaldi, Mozart, Bach… ¿Cuáles fueron sus referentes?

Gracias a este profesor descubrí la belleza de la música más antigua. Empecé con determinados compositores del S.XVI: Tomás Luis de Victoria, Narváez, Valderrábano. Y a partir de ahí, la música que vino después. Pasados los años, también empecé a disfrutar de las músicas del S.XX, tanto las populares como las más cultas o clásicas. En general, me gustaba la música que tenía mucho que comunicar y que tenía una bonita elaboración.

 

Tras componer tantas obras ¿de dónde saca la inspiración?

No existe la inspiración, existe el talento para algo que puede ser tanto para componer como para entender el mecanismo de una ley. Todo el mundo tiene talento para algo y cierta habilidad. También es importante tener conocimiento gracias a grandes profesores y esfuerzo personal para llevarlos a cabo y enriquecerlos. Y luego el deseo de escribir. Yo siempre quito la mística de la creación, hay una habilidad, un deseo y una buena formación.

 

Estrena una nueva obra aquí en Cuenca, en diciembre ¿qué le llevó a escribir la ópera La Caja de Luz?

La obra es nueva porque se va a estrenar, pero en realidad está escrita entre el año 2011 y 2013. Tras estrenar en 2011 en la Semana de Música religiosa una pieza para violonchelo, Aunque es de noche, una de las mejores interpretaciones de mi obra. Estaba con mucha creatividad y contacto con un gran amigo mío y excelente escritor, Gustavo Villalba, y le pido hacer una ópera juntos. A él le pedí un libreto que tenga algo religioso y me enseñó algo muy trascendente que habla sobre la violencia, el dominio del poder que puede llevar al abuso. Así que me puse y esos dos años de mi vida se dedicaron a eso y ahora curiosamente 9 años después de terminarlo La Caja de Luz verá la luz.



Su música ha sido interpretada por diversos autores en diferentes ciudades, ¿cómo se siente eso?

Me encanta. Mauricio, que se ha convertido en un gran amigo, es un guitarrista mexicano que vive en Francia y que estrenó mi obra en Moscú hace poco. Ahora me dice que la va a tocar en México y hará una gira con esa obra. De vez en cuando, me llegan estas cosas y me encanta. Además, no es una cuestión económica porque no repercute en nada, es cierto ego que se cubre, nada más.

Además de compositor, también es profesor de música, ¿cómo combina ambos trabajos?

Los separo. Cuando soy el profesor soy el maestro que enseña, sabiendo también a que nivel les enseño en cada curso, no pretendo llegar a más. Como mi educación es en el instituto lo que pretendo es que los chicos cuando terminen tengan un bonito contacto con la música, es decir, que hayan sabido leerla, que hayan visto una visión global de la música, que tiene muchas épocas y estilos y que ojalá algún día cuando vayan a cualquier concierto de cualquier estilo sepan dónde están y de dónde viene cada cosa.

¿Aprende algo de sus alumnos durante las clases?

Muchísimo, no sabes cuánto. Además, veo talentos que me deslumbran todos los años.

¿Tiene futuros proyectos en mente?

Tengo como intérprete seguir con el dúo La lira nocturna, que hemos tenido unas giras bastante interesantes y continuaremos con ellas. Como compositor, estoy un poco parado ahora con el estreno de la ópera. Escribo poco y cosas que me motiven mucho, tengo en la mente otras dos posibles óperas con argumentos muy diferentes: uno es Artabán, la historia del cuarto Rey Mago creada en el S.XIX; y otra es una historia más compleja muy difícil de llevar a la práctica que es La tía Tula, una película basada en una novela de Unamuno pero no tiene nada que ver el argumento de una con la otra, más que el espíritu del personaje de la tía Tula. Para mí se convirtió en una de las obras maestras del cine español.

Tras tantos años de carrera ¿qué es lo que más le ha sorprendido o impactado?

Me ha sorprendido el talento de mucha gente que no es conocida y el carácter bastante poco agradable de algunas personas que admiraba que hubiera sido mejor no haberlos conocido personalmente.

Para finalizar, ¿qué le diría al Manuel que acababa de empezar en la música?

Le diría que siguiera estudiando música que va a ser feliz con ello, aunque también le diría que conociera más mundo que el que ha conocido.


                                                                            Manuel Millán y Sandra Muelas

martes, 17 de agosto de 2021

La mano, una ópera electrónica de Hachè Costa

¿Es la música de creación difícil de entender? ¿Es sugerente, directa o excesivamente alejada de la sensibilidad contemporánea? Si es buena, nunca. Quien le diga eso miente y usted es demasiado importante como para perder el tiempo.

¿Significa eso que la música que es comunicativa, directa y comprensible está ligada a patrones tradicionales desde un principio? Pues no necesariamente. Y la razón es muy sencilla: la tradición no existe, es un invento pedagógico para intentar dar orden a determinados conocimientos relativamente cercanos en el tiempo. Un ciudadano medio del siglo XXI considera una cláusula polifónica del siglo XIII como música poco común, diferente y no especialmente cercana. Tradición no es todo el pasado sino unos pocos recursos de los siglos XVIII y XIX a los que se dio forma estricta para ser enseñados de manera generalizada. Por tanto, la tradición no es necesaria para crear obras comprensibles. Es más, puede ser incluso una barrera más



Algunos se preguntarán por qué hago esta introducción para hablar de una pieza teatral para actriz y electrónica recientemente estrenada. La razón es porque la obra de Hachè Costa es cercana en todos los aspectos: su temática es la más actual posible: los problemas mentales de cualquier persona que vive con todos los grandes problemas contemporáneos. La lucha entre uno mismo y sus “valores”, la desesperación de la pelea continua, los grandes traumas del pasado.



De Hachè Costa sólo puedo decir que es un músico extremadamente interesante y multidisciplinar, un gran conversador y que considera la música de creación de manera radical. Su formación filosófica y filológica le hace fijar mucha atención en todas las posibilidades de la voz, no tanto como canto sino como un emisor de todo tipo de fonemas y sonoridades, ya sean naturales o por transformación electrónica. El foco de su música es el ser humano, que debe ser nuevo y mejor, para lo cual debe afrontar todos los lastres del pasado.

Pero volvamos a LA MANO ¿Es una ópera? ¿Es teatro musical? ¿Es teatro con música? Pues es una ópera en tres actos para actriz y electrónica, así de claro. La razón es evidente: porque lo ha decidido el compositor. Requiere de una actriz no cantante que ejecuta en directo el papel protagonista y con distorsión electrónica el resto de papeles. Mi pequeña recensión está realizada, por desgracia, a partir de la grabación discográfica ya que no asistí a su estreno en el Centro Cultural Sanchinarro de Madrid. Todos los papeles nacen de ELLA, la protagonista y son sus traumas sin resolver, en forma de niña, padre, madre, sociedad o juez. El libreto muestra un mundo interior fantasmagórico, opresivo, angustioso y también irresoluto. No puede dejar indiferente a nadie y es muy difícil no sentirse atrapado por unas sinergias tan descarnadas.

La mano es la crónica de un desgarro, está creada desde las entrañas, con un lenguaje que por momentos es cercano al cine de terror (las voces distorsionadas, el omnipresente obstinato del reloj, el paroxismo de la protagonista), un texto pequeño, próximo y de estética actual, incluidas las expresiones malsonantes, que hace que esa cercanía de la que hablaba desde el principio sea marcada y real. La mano no tiene melodías cantábiles, pero su lenguaje es muy reconocible, los sonidos afinados están en permanente conexión con los efectos y la voz y la sensación de disonancia es percibida con total naturalidad. Por cierto, la obra, dentro de su marcado expresionismo, es musicalmente bella y encuentra colores armónicos variados, motivos repetidos de forma casi minimalista de manera incidental mientras el drama avanza.

¿Es este el futuro de la música de creación? ¿Es necesario disponer de masas instrumentales y vocales amplias, con los graves problemas económicos que estamos viviendo de manera ininterrumpida desde hace más de trece años? La respuesta es que sí. Es una de las salidas posibles, porque los recursos austeros son compensados por la tecnología y sólo hace falta el talento, como ha demostrado Hachè Costa, para conseguir resultados infinitos.

No quiero terminar esta crónica sin felicitar el trabajo (sólo he podido escucharla) de la actriz Emi Caínzos. Su papel es colosal y lo aborda desde un compromiso y un buen hacer que genera en el oyente la emoción más sincera.

Por favor, consigan el CD, pongan sus auriculares (es audio 3D) y déjense llevar. No se arrepentirán.

LIBRETO COMPLETO

Luchemos por la ortografía