Martes Santo de
barroco español y un nuevo estreno.
La tarde del Martes Santo se abrió con uno de los conciertos
más esperados de la presente edición. La soprano zaragozana Marta Almajano –quizá la mejor cantante
especializada en los siglos XVI, XVII y XVIII en España— nos ofreció un inmenso
recital titulado El agua del llanto.
Tonos a lo divino del barroco español. La voz de Almajano no sólo es
poderosa y plástica, sino que transmite una musicalidad cálida y siempre
sorprendente. En ella los afectos de la música y la letra fluyen con
naturalidad y elegancia.
Sin embargo, en este concierto, quiero destacar el
impresionante elenco instrumental que
acompañaba: Ventura Rico a la viola
da gamba, Juan Carlos Rivera a la
guitarra barroca y Eligio Luis Quinteiro
(que ya nos sorprendió en el concierto del domingo en su faceta de director) a
la guitarra renacentista-barroca y a la tiorba. Tanto en la riqueza rítmica, el
timbre, la afinación como el conocimiento del estilo estuvieron simplemente
sensacionales. Todo fue riqueza, vivacidad y color. En sus apariciones sin
cantante llegaron a una cumbre total, como esas preciosas Marionas de Guerau –soberbio Rivera— la Passacaglia
de Kapsberger o en Sussana Passeggiata
de Selma y Valverde.
MARTA ALMAJANO @SMR Cuenca/Santiago Torralba |
A las 20:30 horas en la iglesia de la Merced tuvimos un
viaje a la vanguardia norteamericana y el segundo estreno del Festival. La
actual biblioteca del seminario es un recinto muy sugerente para la creación
contemporánea, por la peculiar estructura espacial que se ha conseguido. Entre sus muros pudimos disfrutar del segundo
encargo de las SMR, la obra del austriaco Klaus
Lang, La vaca traslúcida. La
página, de título peregrino –muy acorde con la estúpida biografía plasmada por el
compositor en las notas al programa— se presentó con imágenes de pinturas de
Fernando Zóbel en un exquisito trabajo de Poldo
Pomés. El lenguaje de Lang busca la evolución del oyente ante el sonido
como materia prima. Los elementos utilizados son mínimos, sólo los pequeños
viajes entre intensidades y la dicotomía consonancia-disonancia generan
variación. Sin embargo, la fórmula cuajó triunfó ante un público entregado. El
concierto se cerró con la magistral Rothko
Chapel del norteamericano Morton
Feldman, partitura que es inspiradora de la de Lang, pero mucho más
compleja en los medios.
La interpretación del Taller
Atlántico Contemporáneo y del coro Codetta,
dirigidos por Diego García combinó
el compromiso y la pasión por el trabajo bien hecho con una sensibilidad y una
profesionalidad sobresalientes. La paleta de matices de ambas combinaciones era
inagotable, especialmente en los detalles, como esos increíbles pianissimos y
los imperceptibles pero reales cambios de dinámica. La labor de todos fue
excepcional en una nueva noche de música contemporánea.
TAC y CODETTA@SMR Cuenca/Santiago Torralba |
Klaus Lang. @SMR Cuenca/Santiago Torralba |
Miércoles Santo.
Violonchelo contemporáneo y una Pasión muy plana.
El primer concierto
del día tuvo como escenario la Fundación Antonio Saura y como protagonista al
violonchelista Iagoba Fanlo. El
repertorio estuvo totalmente dedicado al repertorio de los siglos XX y XXI, con
autores de diferentes orígenes y estéticas. La difícil tarea de combinar obras
maestras –como la juvenil Sonata de György Ligeti— con otras piezas que
variaban entre excelentes y menores, fue resuelta gracias al talento del
intérprete.
IAGOBA FANLO @SMR Cuenca/Santiago Torralba |
A las 20:30 en el
Teatro Auditorio tuvimos una nueva versión de La Pasión según San Juan de Johann
Sebastian Bach. Los encargados de llevarla adelante fueron la Orquesta del siglo XVIII y la Capella Amsterdam bajo la dirección de Daniel Reuss.
Lo primero que
tengo que remarcar es la tristeza por la imposibilidad de ver en directo al
director principal de la formación, Frans
Brüggen. La enfermedad y la edad son implacables, aunque espero que el
maestro tenga aún tiempo para darnos algo más de su arte a los que amamos la
música.
Tras ello, quiero
dar una pincelada de esta Pasión. La orquesta sonó bien, empastada y afinada.
El coro, fabuloso, impacta por la calidez de su sonido y sus posibilidades
expresivas. Comenzó dubitativo pero fue mejorando con el paso del tiempo. Hasta
ahí todo fue correcto, pero es que en lo que falló el director fue en lo
esencial: la concepción dramática. Las pasiones bachianas son obras escénicas
sin escena. Nos narran la historia más bella jamás contada y por consiguiente, no
pueden tener nunca una lectura de números separados. Daniel Reuss no afrontó la
partitura como un todo, ni a niveles de agógica ni en expresividad, dando la
impresión de escuchar una lectura de la obra, correcta pero sin alma.
Debo destacar entre
los solistas a Anders Dahlin en el
papel de evangelista. Su voz era teatral y llevó adelante el drama con belleza
y mucho conocimiento del papel.
ORQUESTA S. XVIII. CAPELLA AMSTERDAM @SMR Cuenca/Santiago Torralba |
Jueves Santo decimonónico.
La iglesia de la
Santa Cruz se ha convertido en una preciosa sala de conciertos tras su
restauración. A diferencia de la iglesia de San Andrés, cuya acústica es
imposible, la Santa Cruz tiene una reverberación amplia, pero justa para
instrumentos a solo o pequeñas agrupaciones de cámara.
En este
privilegiado escenario disfrutamos de un concierto para un pianoforte Érard de
mediados del siglo XIX. La belleza del instrumento y lo cálido de su sonido,
menos potente que los actuales pero con un exacto equilibrio sonoro y un timbre
inolvidable, convierte en un deleite su escucha y nos da nuevos matices que no
se pueden percibir en un Steinway.
La encargada de su interpretación
fue la venezolana Natalia Valentín,
que ofreció un recital del siglo XIX, teniendo como eje al compositor francés Charles Valentin Alkan. La música de
Alkan es refinada y de buena manufactura, pero de escasa ambición armónica y
sólo relativa profundidad. Mucho más interesante me pareció la obra El peregrino, del romántico español Martín Sánchez-Allú, con un intenso
motivo inicial que es la base de toda la pieza. El concierto se completó con la
exquisita Fantasía en Re menor K397
de Mozart, el Rondó Capriciosso de Félix
Mendelssohn y la Fantasía Improntu
de Chopin.
Natalia Valentín interpretó
con nitidez y fraseo detallado. Creo que el propio instrumento incentiva a ir
más allá y a destacar más elementos dentro de la frase musical. La caraqueña dejaba
muy claras las distintas secciones de las partituras, enseñando una nitidez muy
labrada y casi pedagógica. Un concierto hermoso.
NATALIA VALENTÍN @SMR Cuenca/Santiago Torralba |
La tarde del jueves
se cerró con la orquesta clásica Camerata
Ireland y el coro Codetta en un
monográfico sobre Beethoven. El concierto nº 4 para piano y orquesta y
el oratorio Jesús en el monte de los
olivos.
El cuarto concierto
de Beethoven es una obra maestra de madurez, que contrasta con el dramático
tercero y el ambicioso quinto. El director de la Camerata Ireland, Barry Douglas, ejerció también de solista. Cumplió con mucha
solvencia en la difícil tarea doble, mostrándonos un Beethoven heroico, brioso
y detallista. Quizá debió cuidar un poco más el equilibrio entre el piano y la
reducida orquesta (con sólo 18 cuerdas y vientos a dos) pero la concepción
general fue excelente.
La segunda parte se
dedicó a una obra poco conocida de Beethoven: Christus am Ölberge, opus 85. A pesar de su número de catálogo es
una partitura juvenil, heredera de Haydn y con momentos hermosos, como el
pasaje fugado final o algunos números corales. Esconde talento y cierta
precipitación. No encontramos el impulso dramático que despunta en Fidelio pero
sí muchas de sus intenciones.
El coro Codetta abordó esta obra con la misma
maestría que el martes. Es apabullante su riqueza y precisión, capaz de sacar
adelante cualquier propuesta con una profesionalidad que dan auténtica envidia.
La orquesta y los solistas mantuvieron el elevado nivel.
CAMERATA IRELAND, CODETTA @SMR Cuenca/Santiago Torralba |
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